Desaparecidos en La Plata y asesinados afuera: la ejecución de 166 cautivos en la dictadura
Uno de los métodos empleados durante la última dictadura argentina para descartar los cuerpos de los desaparecidos fueron las ejecuciones de cautivos. Es decir, los asesinatos de personas que estaban detenidas en centros clandestinos, en manos de grupos de tareas, y después aparecían muertas; frecuentemente, en otro distrito.
Una modalidad de ejecución de cautivos fueron los enfrentamientos fraguados: las víctimas eran sacadas de su lugar de cautiverio y asesinadas, en la vía pública o en algún domicilio, pero se simulaba que habían participado un enfrentamiento armado y esto se daba a conocer mediante un comunicado oficial. Otro tipo de ejecución de cautivos fueron los accidentes viales fraguados. También entran en esta categoría los vuelos de la muerte, en los que las víctimas eran arrojadas al río o al mar desde aviones.
Sistemáticamente, las ejecuciones de cautivos se complementaron con el ocultamiento de sus restos (la inhumación clandestina de los cadáveres en diversos predios) o los entierros como “NN” en cementerios municipales.
De las personas que fueron secuestradas en La Plata a partir del 24 de marzo de 1976, al menos 166 murieron asesinadas en 73 hechos que el Registro Único de Víctimas del Terrorismo de Estado (RUVTE) tipifica como ejecución de cautivos.
🔴 Entre su secuestro y su asesinato, estas personas estuvieron desaparecidas en diversos centros clandestinos de detención del Gran La Plata, del conurbano bonaerense y de la Capital Federal. Entre ellos: el Pozo de Arana, el Pozo de Banfield, el Pozo de Quilmes, la Brigada de Investigaciones de La Plata, las comisarías 5ta y 8va de La Plata, el Regimiento de Infantería 7, La Cacha, Puesto Vasco, el Vesubio, el Grupo de Artillería y Defensa (GADA) 601 de Mar del Plata o la Escuela de Mecánica de la Armada (ESMA).
🔴Las localidades adonde estos 166 desaparecidos secuestrados en La Plata fueron trasladados para su asesinato son: Avellaneda, Banfield, Quilmes, Olivos, San Isidro, Ramos Mejía, Ciudadela, Almirante Brown, Sarandí, San Justo, Brandsen, Temperley, Lisandro Olmos, Abasto, Magdalena y Mar del Plata. Los mataron solos o en grupos conformados arbitrariamente a la hora de deshacerse de ellos.
🔴Y los cementerios municipales donde se hallaron e identificaron los restos de muchas de estas víctimas –trabajo del Equipo Argentino de Antropología Forense– son los de Avellaneda, Isidro Casanova, Bulogne Sur Mer, San Martín, Vicente López, Rafael Calzada, La Plata, Ezpeleta, Santa Mónica.
La Plata, capital de la represión
En octubre de 1975, en la antesala del golpe de Estado, la famosa Directiva 404 del Comando General del Ejército argentino ubicó a La Plata entre las ciudades donde debía librarse la “lucha contra la subversión”.
Según esta norma, columna vertebral del plan de operaciones militares, las prioridades territoriales de las fuerzas armadas (y las de seguridad, subordinadas) para “detectar y aniquilar sus organizaciones subversivas a fin de preservar el orden y la seguridad de los bienes, de las personas y del Estado” serían las siguientes:
- Tucumán
- Capital Federal-La Plata
- Córdoba
- Rosario-Santa Fe
La ofensiva sobre estos grandes centros urbanos (universitarios y fabriles, en el caso de La Plata) y sus áreas colindantes (como el Conurbano y Bahía Blanca) se proponía, entre otras cosas:
- “disminuir significativamente el accionar subversivo para fines de 1975”;
2. “transformar la subversión en un problema de naturaleza policial para fines de 1976”;
3. “aniquilar los elementos residuales de las organizaciones subversivas a partir de 1977”.
Todo lo anterior surge siempre de la Directiva 404/75 -antes de carácter secreto-, también conocida como “la Peugeot”, por el Peugot 404, de la época.
Para este comentario se recortaron del RUVTE exclusivamente los casos de quienes fueron secuestrados en La Plata desde el 24 de marzo de 1976 (y no antes) hasta el fin de la dictadura, que pasaron meses, semanas, días u horas como desaparecidos, y que después resultaron víctimas de una ejecución de cautivos. Siempre en los términos en que las define el RUVTE.
Es decir, no se contabilizaron:
-ni las ejecuciones de quienes estaban cautivos en otros distritos y fueron trasladados a La Plata y asesinados ahí;
-ni las ejecuciones sumarias, producidas al momento de los operativos de secuestro, de cerco o allanamiento de domicilios; ni las de aquellas personas asesinadas durante controles viales o patrullajes;
-ni las muertes de desaparecidos dentro de los centros de detención;
-ni las muertes de personas en enfrentamientos –reales o simulados– si es que no se conocen datos de su secuestro previo.
Sólo se consideraron las ejecuciones de cautivos/desaparecidos trasladados de La Plata a otro lugar para ser asesinados, según la información que compila el RUVTE, donde además se puede consultar si cada una de estas víctimas fue -o es- caso en juicios por crímenes de lesa humanidad .