Negocios en pandemia: una oscura compra de guantes “para donar”, tras el escándalo de Claudio Morgado en la Provincia
El ex diputado kirchnerista está acusado de amenazar a un abogado de La Plata con armas de fuego y cobertura de la Policía Bonaerense en plena cuarentena. Morgado denuncia que éste lo estafó cuando quiso comprarle un lote de guantes de látex. Según su abogado, eran para donarlos “a personas sin recursos”.
[Publicado en borderperiodismo.com]
El ex diputado nacional del Frente para la Victoria Claudio Morgado encontró en la pandemia del Covid-19 una razón para dedicarse a “comprar y vender insumos médicos de forma particular”. Así lo expuso él mismo en la comisaría novena de La Plata, al denunciar que lo “estafaron”. La historia es de película.
Morgado relata que todo empezó cuando su actual socio, de nombre Diego Adolfo Estévez, “se entera por las redes sociales” de que se vendía “un lote de 320 mil pares de guantes” de látex marca Elite, a 550 pesos cada caja (de 100 unidades), y deciden avanzar con la importante compra. Según su denuncia, el vendedor era Ignacio Galiano, un abogado de La Plata al que dice ni siquiera haber googleado hasta entonces. Pero las cosas no les salieron bien, y no precisamente por la estricta cuarentena que impedía movidas “no esenciales” en el AMBA.
Para concretar el negocio, según Morgado hubo una cita el último miércoles en un departamento en la zona de Plaza Rocha de La Plata, donde lograron “pactar entregar una seña de 600.000 pesos y al día siguiente, 8.000 dólares”. El jueves, en cambio, el encuentro se concretó en una oficina del microcentro porteño con un enviado de Galiano, siempre según Morgado. Antes de poner el dinero, el exdiputado cuenta que mandó a sus socios a esperar “la entrega de los guantes” en un predio alejado, en la localidad de Benavidez, en el conurbano norte. Sin embargo, “los insumos nunca llegaron a destino”. Al menos, no a ése.
Morgado sostiene en su denuncia policial que, cuando las cosas se pusieron así, el enviado de Galiano “se retiró” de la oficina porteña, con la excusa de volver a La Plata a ver qué estaba saliendo mal, y que fue ahí que él advirtió que estaba en una oficina fantasma, conseguida para la ocasión, y que se había convertido en la “víctima de una estafa”.
Entonces, el ex titular del Inadi salió directo para La Plata con tres acompañantes.
Ya en la capital bonaerense, sumergida para el común de los mortales en las reglas de una “cuarentena estricta”, todo desembocó en una escena de alto voltaje que se prolongó horas, hasta entrado el viernes 17 de julio.
Sin acceso al cargamento de guantes, el grupo de Morgado exigía que “le devolvieran el dinero”. En tanto que, al verse rodeados por los primeros, Galiano y su compañero de trabajo, Matías Jacob, llamaban a la Policía. La peligrosa secuencia se tradujo en denuncias graves.
Galiano denunció en la fiscalía de turno que en la puerta de su departamento y estudio jurídico (en la calle 4 entre 61 y 62 de La Plata) había “un grupo de masculinos con armas de fuego, entre ellos oficiales de la Policía Bonaerense, comandados por el Sr. Diego Adolfo Estévez, y Claudio Morgado”. Sostuvo que él no podía entrar a la vivienda “por miedo a perder la vida”. Y que Jacob estaba adentro, “privado de su libertad ilegítimamente, por el peligro que correría su vida si decidiera salir”.
Los recursos del Estado
El abogado Galiano denunció que, al mismo tiempo que “el señor Morgado hace uso de las fuerzas de seguridad y de los recursos del Estado para su beneficio”, la comisaría Novena de La Plata (la de su barrio) no acudía en su auxilio, los dejaba a la intemperie, pese a reiterados llamados a la línea de emergencias 911. Por lo cual, sostuvo: “Estévez y Morgado están relacionados de manera delictiva” con esta comisaría “para generar una extorsión”.
Galiano –representado por el penalista Darío Saldaño– pidió custodia de la Policía Federal o la Gendarmería para ingresar a su vivienda “sin temer que estas personas me violenten haciendo acusaciones absurdas y sin sentido, dado que no recibimos ningún dinero”. También pidió que se obtengan los registros de las cámaras de seguridad de un laboratorio de la cuadra de su vivienda; esto permitiría corroborar la secuencia denunciada, la supuesta portación de armas (el propio Morgado “llevaba en la cintura” un arma, según se denuncia), y también los presuntos golpes y empujones en la vereda que habría sufrido Jacob.
Ahora en la justicia penal de La Plata se cruzan dos denuncias, que deberá investigar el fiscal Marcelo Romero. Una contra Morgado, por las supuestas “amenazas” y “extorsión”. Y otra contra Galiano, por la presunta “estafa”.
El representante de Morgado es Miguel Ángel Pierri, también asesor designado por Sergio Berni al asumir en el Ministerio de Seguridad de la provincia de Buenos Aires. Al estallar el escándalo de denuncias cruzadas, del que dieron cuenta varios medios platenses, Pierri dijo al portal 0221.com.ar que su cliente, Morgado, “realmente se siente damnificado, porque en el marco de la pandemia de Covid-19 compró guantes sanitarios con el fin de hacer una donación para personas de bajos recursos”.
Otra versión circulante, acaso atendible, es que los guantes de látex eran para ofrecer a la Provincia. Es que Morgado, muy cercano a un sector de La Cámpora y de estrecha llegada al gabinete del gobernador Axel Kicillof, se volcó a la compra y la venta de insumos sanitarios justo en un contexto de emergencia por la pandemia; un marco en el que esos bienes –que según Pierri pensaba donar– son tan escasos como los impedimentos que la Provincia y la Nación tienen para hacer compras directas de este tipo de insumos.
Visto así, se estima que el lote que no fue para Morgado podría valer unos 30 millones de pesos. Un dineral que para ser movido hubiera requerido hasta de un camión de caudales. Y la obtención del debido permiso estatal para circular en cuarentena, desde ya.