Sustituyen al abogado de la querella en la causa Johana Ramallo
La letrada Silvina Perugino es la nueva abogada de la querella en la causa que investiga la muerte de Johana Luján Ramallo, según lo informó al juzgado federal 1 de La Plata Marta Ramallo, la madre de la joven platense. Hasta ahora ejercía ese patrocinio el abogado Víctor Hortel.
En la historia de esta causa, que tuvo primero una etapa a cargo de la fiscal Betina Lacki antes de pasar al fuero federal , hubo varios cambios en este equipo jurídico. Lo integraron en distintos momentos abogados como Josefina Rodrigo y Silvina Perugino, Víctor Hortel, Luz Santos Morón y Pía Garralda. La semana pasada, Clarín publicó que Víctor Hortel, uno de los abogados del empresario Lázaro Báez en el juicio oral en curso en los tribunales de Comodoro Py, había sufrido un accidente cerebro vascular (ACV), y luego otro abogado fue designado como defensor de Báez. En el juzgado federal de Adolfo Ziulu, donde tramita la “causa Johana”, la querella informó ahora el reemplazo de Hortel por Perugino.
¿Cuándo y cómo murió Johana? Hasta ahora, lo conocido es lo que declaró hace 15 días el médico que peritó los restos “N.N” que, ahora se sabe, eran de Johana Luján Ramallo. Citado como testigo en el juzgado de Ziulu, Javier Grubisa -jefe de la morgue policial platense- dijo que la muerte de Johana se puede situar aproximadamente “nueve meses más menos 45 días” antes de su examen de los restos (que se hizo el 23 de agosto de 2018), y que el cadáver fue desmembrado “por la acción mecánica de un tercero”.
Desde la semana pasada, el Cuerpo Médico Forense (CMF) de la Corte (órgano público de máxima jerarquía pericial en la materia, auxiliar de la Justicia Nacional y Federal) trabaja en nuevas pericias sobre los restos de Johana. Integrantes del Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF) se incorporaron como peritos de parte. En el CMF está pendiente también un cotejo de ADN ordenado por el juez Ziulu para terminar de confirmar si los restos de un miembro superior derecho de mujer hallado en la misma zona pero veinte días antes (siempre en agosto de 2018) también corresponden a Johana.
La familia de Johana y el equipo jurídico y político de la querella que impulsó el caso están convencidos de que la desaparición, y ahora la muerte, de Johana se originaron en el accionar de una red de trata de personas para la explotación sexual. Es por eso que la causa tramita en la justicia federal.
Pero la pesquisa se centra ahora en la averiguación de las circunstancias de la muerte de esta joven platense que vivía en una enorme fragilidad social -padecía adicciones y ejercía la prostitución-. Su madre denunció su desaparición el 27 de julio de 2017 a la noche y reclamó mes a mes por su aparición. El 30 de abril de 2019 recibió la noticia de la identificación.
Este giro del caso causó conmoción y desconcierto, al destapar una cadena de negligencias que hicieron perder ocho meses de investigación. Los restos se habían encontrado en Palo Blanco, Berisso, fortuitamente -y no producto de la investigación- en agosto de 2018. Y esa noticia se había publicado oportunamente en medios nacionales y locales.
La causa no tiene imputados.
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