Tráfico de bebés: el gobierno bonaerense denunció a una médica que operaba en el Conurbano desde los ‘80
Una obstetra que atendía en Lomas de Zamora está en la mira por una serie de constancias de nacimiento que llevan su firma y corresponden a personas apropiadas que hoy buscan su identidad. La denuncia penal es por cuatro víctimas, pero se sospecha que hay más de diez.
Decenas de miles de argentinos que no son hijos de los desaparecidos también buscan su identidad biológica. Muchos nacieron también durante la dictadura y fueron apropiados, pero no dentro de los circuitos militares y policiales, sino como parte del histórico tráfico de chicos, que continuaba en simultáneo. Muchos bebés fueron robados y vendidos por profesionales de la salud que se dedicaban a este negocio con la complicidad de familiares y personal de hospitales, registros civiles y otras agencias estatales. Ahora, cuatro víctimas presentaron una denuncia penal contra una médica obstetra que ejerció durante más de 30 años en Lomas de Zamora: Sofía Sas.
Estos cuatro buscadores de identidad de origen pasaron por las manos de Sas, que según fuentes de la investigación trabajaba en una clínica clandestina ubicada en la calle Reconquista 452 de Turdera, Lomas de Zamora. Las víctimas fueron apropiadas poco después de nacer, crecieron con constancias de nacimiento firmadas por la médica ahora acusada, y buscan su origen biológico.
La denuncia que presentaron en la justicia federal de Lomas es por los presuntos delitos de supresión y suposición del estado civil y de identidad, sustracción, retención, ocultamiento de un menor de 10 años y falsedad ideológica. La investigación está ahora en manos del fiscal Sergio Néstor Mola, de la Fiscalía Federal N° 1 de Lomas de Zamora.
La Argentina todavía tiene pendiente tipificar y sancionar la compra-venta y la apropiación de menores de edad. El año pasado, el presidente Alberto Fernández mandó al Congreso un proyecto de ley para hacerlo, que aún no trató el Senado. El proyecto incluye a los facilitadores e intermediarios de esta práctica, a funcionarios o empleados públicos, profesionales o personal de la salud, abogados, encargados de la educación o de la guarda de la persona menor de edad, o miembros de organizaciones especializadas en adopción que participen de esto. Haya o no haya en juego una promesa remuneratoria o una retribución efectiva.
LA RED
Sas, hoy de 79 años, es hija de la también partera Teresa Lapertosa de Sas. Ejerció su profesión por más de 30 años en Turdera. Por eso, además de los cuatro casos que configuran la denuncia actual, las víctimas pudieron recopilar al menos diez constancias de nacimiento firmadas por ella, una de las obstetras conocidas del conurbano sur.
La historia es vieja. Ya en 1984, Sofía Sas fue investigada a partir de una denuncia por venta de recién nacidos. Esa investigación estuvo a cargo del entonces juez penal de Lomas de Zamora Marcelo Soukop. El diario local de Lomas La Unión publicaba ese año una noticia titulada “Operaba desde Turdera una tenebrosa organización”.
Con los años, las víctimas se fueron encontrando en sus búsquedas y crearon comunidades virtuales donde expusieron sus casos. Por ejemplo, el grupo de Facebook Nacidos en Turdera o la web identidadbiologica.com, iniciativas dispersas que reflejan la falta de una política estatal para apoyar las búsquedas de identidad cuando éstas no tienen que ver con localizar a los nietos de las Abuelas de Plaza de Mayo.
En 2020 apareció otra denuncia judicial contra la misma médica, en la que interviene la UFI 2 de Esteban Echeverría. En este caso, la denunciante manifestó que cuando tenía 14 años estaba embarazada y su parto fue atendido por Sas, quien le dijo que su beba había nacido muerta. En ese momento, la obstetra no le permitió ver ni tocar a la beba. Sin embargo, ella siempre sospechó que había sido robada. En 2013 encontró a su hija. Tal hallazgo se confirmó por estudios de ADN, lo que confirma que efectivamente le habían robado a su hija y que, muy probablemente, la nena fue vendida por Sas.
En el grupo Nacidos en Turdera, la activista por el derecho a la identidad de origen Nélida Gauto (que busca infatigablemente a un hermano nacido en Turdera el 30 de mayo de 1965 y entregado al nacer) publicó un mensaje que dice: “¿Dónde están las señoras que dieron a luz en Turdera, con las parteras, (madre e hija), Teresa Lapertosa de Sas Y Sofía Sas? En la calle Reconquista 452 o en Azcuénaga, también al 400, o en la Av. Antártida Argentina cerca de Hipólito Yrigoyen. (Turdera/ Llavallol). Ell@s las esperan, necesitan saber de dónde vienen. Nadie va a juzgarlas”.
El posteo aclara que nadie quiere perjudicar a las madres que perdieron a sus bebés en esta red o los entregaron por alguna circunstancia vulnerable en ese momento. El espíritu y el objetivo de los buscadores es conocer su identidad. Sus madres y padres pueden estar vivos. Y el tiempo pasa para todos.
Gauto agregó un impresionante listado de fechas (casos de chicos apropiados en el Conurbano sur) que refleja la masividad de esta práctica en paralelo a los casos del terrorismo de Estado. Los casos de “Madres que buscan” y de “Hijos que buscan” que listó superan los 40.
Las víctimas que ahora denunciaron en la justicia federal de Lomas tuvieron el acompañamiento del equipo de Búsqueda de Identidad de Origen de la Dirección Provincial de Registro de Personas Desaparecidas, que depende del Ministerio de Seguridad bonaerense y atiende casos desvinculados de la problemática específica del terrorismo de Estado.
En un comunicado, esa Dirección recordó las vías de contacto disponibles para aportar información anónima que pueda contribuir a esclarecer alguno de estos casos: 0800–333–5502, busquedadeorigen@mseg.gba.gov.ar o a la propia fiscalía: fisfed1-lmz@mpf.gov.ar, (011) 4244 4065/42444073.
Además, el comunicado dice: “Debe sorprender doblemente el desinterés de la justicia ante estos temas, el silencio de colectivos de médicos y obstétricas, ausentes a la hora de condenar éticamente a los/las profesionales que perpetran estos delitos y la falta de solidaridad de ONG” que trabajan por la identidad, ya que el derecho a conocer la identidad de origen está consagrado en la Provincia y en diversos tratados internacionales de derechos humanos.
