Una conferencia de prensa en otro mundo
Seis horas en 1974. La historia en El Día.
El 14 de febrero de 1974, un ómnibus de turismo con chofer y guía recogió en distintos puntos de Buenos Aires a un puñado de corresponsales de medios extranjeros previamente citados, y los llevó a un boliche bailable que el Ejército Revolucionario del Pueblo (ERP) había tomado en Villa Bosch. La invitación había llegado por escrito el día anterior a varias redacciones porteñas, así que hubo enviados de Reuters, AP, Prensa Latina, el New York Times, Le Monde, Noticias Argentinas, El Mundo, entre otros. En el local los esperaban varios cuadros del ERP, que desde la clandestinidad pretendían dar a conocer mediante la prensa dos anuncios importantes.
Veinticinco días antes, el ERP había fracasado al querer copar con unos setenta militantes una guarnición del Ejército argentino en Azul (provincia de Buenos Aires) para hacerse de armas y prisioneros. En esa operación murieron a un conscripto, el jefe del cuartel y su esposa, y los guerrilleros secuestraron al teniente coronel Jorge Ibarzábal. Del ERP las bajas fueron tres: Guillermo Pascual Altera (muerto), Héctor Alberto Antelo y Reynaldo Roldán Suárez (secuestrados y desaparecidos hasta hoy).
La reacción del presidente Juan Domingo Perón fue felicitar a los militares de Azul que habían resistido el ataque, y señalar que “el reducido número de psicópatas que van quedando sea exterminado uno a uno por el bien de la República”. También dijo por televisión: “A la violencia no se le puede oponer otra cosa que la violencia, y el que no esté de acuerdo o no le conviene… ¡se va!”. La fuerte interna peronista precipitó las renuncias de ocho diputados y del gobernador bonaerense, Oscar Bidegain.
Así las cosas, el 14 de febrero del ’74 el ERP quería exigirle al gobierno información pública sobre el paradero de Antelo y Roldán. Si esto no sucedía en 48 horas, ejecutarían a Ibarzábal, preso en una “cárcel del pueblo”. Este era el primer mensaje que los periodistas elegidos que escuchaban en Villa Bosch debían amplificar.
El segundo mensaje era que se oficializaba la conformación de una coordinadora de organizaciones antiimperialistas de América Latina, conjunto que, además del ERP, integraban el ELN boliviano, el MIR chileno y los Tupamaros uruguayos.
Los cuadros a cargo de los anuncios (Gorriarán Merlo, Domingo Mena, Juan Manuel Carrizo, según se publicó) hablaron cara a cara. Pero los periodistas los escuchaban rodeados por un grupo de militantes encapuchados y bien pertrechados con armas de fuego. Mientras, otro grupo igual les servía café y algún alimento.
Todo se extendió por unas seis horas en el local, donde colgaban banderas y consignas de la organización y hubo lugar para preguntas. Es que además de los detalles sobre el ataque al regimiento de Azul y el cautiverio de Ibarzábal, en ese momento el ERP tenía también a un coronel de La Plata y a un gerente de la ESSO por el cual pedían a cambio 10 millones de dólares, todos casos de impacto mundial que interesaban a los corresponsales presentes.
“Singular reunión”
Los diarios nacionales venían anticipando la noticia de la coordinadora de organizaciones, como un “pacto guerrillero” que se extendía por la región. Por ejemplo, el viernes 15 La Nación publica: “Bolivianos conspirarán desde la Argentina”. El mismo día, La Prensa publica en tapa: “Grupos terroristas de varios países habrían concertado un plan conjunto”. Y el domingo 17, también La Prensa, el editorial: “Plan extremista de subversión continental”.
La noticia sobre la conferencia de prensa salió en El Día (La Plata). El sábado 16 de febrero el diario la incluyó en su tapa, con el título “Guerrilla”. Era un cable de Noticias Argentinas (NA) que tomaba la crónica de The Buenos Aires Herald sobre una “singular reunión” ocurrida dos días antes.
El cable dice que los periodistas estuvieron “secuestrados” unas seis horas en un “local de baile”, “secundados por una media docena de hombres armados”, y que también estaban secuestrados los dueños del local bailable.
El mismo cable cuenta que el Ejército respondió acerca de los desaparecidos del ERP: “Se afirmó anoche en forma categórica en fuentes castrenses, que el Ejército no ha procedido a la detención de dos ciudadanos como consecuencia de los episodios ocurridos en Azul” y que “nunca han estado detenidos en jurisdicción del Ejército”.
Antelo y Roldán integran el Registro Único de Víctimas del Terrorismo de Estado. Permanecen como víctimas de desaparición forzada desde el 20 de enero de 1974. Como lugar de su desaparición figuran los alrededores del arroyo Tapalqué (Azul, provincia de Buenos Aires). Ibarzabal murió a fin del año de su secuestro, cuando todavía estaba cautivo.
