Los otros

Josefina López Mac Kenzie
6 min readOct 31, 2021

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¿Derecho a la identidad?

Si te pareció natural que la campaña de vacunación contra el Covid-19 estuviera acompañada por la campaña “Una dosis de identidad”, para localizar a los nietos que aún buscan las Abuelas de Plaza de Mayo, también te habrá parecido natural que el pasado Día del Derecho a la Identidad (el 22 de octubre) los mensajes oficiales se dirigieran al mismo sector, sin incluir a miles de otros argentinos, que tienen vulnerado el mismo derecho aunque no sean los hijos de los detenidos-desaparecidos. Que esto sea natural en 2021 es el nutriente de un problema grande, concreto y simbólico.

Funcionarios y dependencias oficiales de derechos humanos recordaron el 22 de octubre la historia de Abuelas (la ONG cumplió 44 años) y el cumpleaños de Estela de Carlotto, que es el mismo día. La Subsecretaría de Derechos Humanos de la provincia de Buenos Aires (ex Secretaría), a cargo de Matías Moreno, dedicó varios tuits a reconocer el trabajo de la ONG para lograr restituciones de identidad. Y el Secretario de Derechos Humanos de la Nación, Horacio Pietragalla, expresó en numerosos tuits y retuits su emoción por el aniversario. Además, lanzó ese día otra campaña de difusión. “Argentina Unida te busca” apunta a encontrar más hijos de desaparecidos, que se sumen a los 130 localizados hasta ahora. “Nos faltan casi 300 hombres y mujeres que aún no recuperaron su identidad, ayudanos a encontrarlas”, explicó Pietragalla.

Pero también existen ciudadanos que fueron arrancados de sus familias de origen por fuera de crímenes de lesa humanidad en los ’60, ’70, ’80, 90 o 2000. (Y existen sus madres –en general, mujeres pobres, víctimas de violencia obstétrica, engaños y el robo de sus criaturas–; son historias desgarradoras). Ellos, que también buscan su verdad, ¡aunque no sean los hijos de los desaparecidos!, sintieron los tuits del 22 como un poco más de sal en la herida que habitan. Algunos lo hicieron saber.

La activista y referente Clara Lis le reclamó al Secretario de Derechos Humanos: “Hola @pietragallahora quiero entrevistarte hace mucho para hablar d tráfico de bebés. Miles q tienen sustituída su identidad, entenderas lo sensible del tema ya q forma parte de los DDHH. Esperamos tu palabra con mucho interés, sobre todo en el mes del Derecho a la Identidad”.

Clara es una buscadora histórica, llevó a juicio a la partera que la vendió pero sigue buscando datos sobre su origen biológico, y tiene una columna semanal sobre el tema en Radio Nacional. Acompañó su tuit con una foto tomada una semana antes en el Congreso, adonde se reunieron activistas independientes y agrupados en ONG y grupos de Facebook, para tratar de llamar la atención. “Décadas de dolor y lucha”, escribió Clara. “Un reclamo genuino que merece atención #URGENTE”. “#DerechoaLaIdentidad para todos”.

Jimena Sol Casal, otra activista, parte del grupo Víctimas Red de Parteras-Unidos, también se dirigió a Pietragalla con un duro tuit:

El grupo que integra Jimena, como otros similares, reúne a personas con identidad sustituida al nacer. Sin apoyo estatal, investigan redes de trata de recién nacidos para acercarse a la verdad. A sus historias. Piden una ley de identidad de origen que democratice las herramientas de búsqueda.

Jimena difundió también un video emocionante, con el mensaje “El Derecho a la Identidad Biológica es un derecho de todas y todos. ANTES, HOY Y SIEMPRE”:

Desequilibrio total

El Día de la Identidad se creó para conmemorar la lucha de las Abuelas. Lo dice la ley nacional (promulgada hace 16 años) que estableció la efeméride. Lo que no se termina de digerir es que el Estado “ampliador de derechos” se empeñe en reservar el repertorio de la identidad y los recursos concretos para un conjunto de víctimas. Y en excluir de él a un grupo muchísimo más numeroso, que no empezó ayer a pedir acompañamiento.

En los despachos por donde rebota este conflicto (la Comisión Nacional por el Derecho a la Identidad, que dirige Claudia Carlotto, y el Banco de Datos Genéticos, entre otros) es cada vez más tirante el clima interno, ante la magnitud del universo afectado, que demanda, y la inocultable inequidad que señalan Los Otros. El problema se agranda día a día, atrapado en los símbolos, mientras el tiempo se va para todos.

La situación la describe bien el fiscal de la unidad especializada en apropiación de niños en el terrorismo de Estado, Pablo Parenti, cuando señala en un escrito reciente: “Cuanto más profundizamos en las investigaciones para localizar a los hijos de desaparecidos, más nos topamos con otro fenómeno muy diferente, pero coetáneo: las decenas de miles de inscripciones irregulares que ocurrieron en nuestro país durante muchos años. Un fenómeno que, como se sabe y podemos comprobar, fue mucho más masivo”.

El mismo periodo en el que aparecieron 130 de los 430 nietos buscados (robados a detenidos-desaparecidos como parte de delitos de lesa humanidad), el Banco Nacional de Datos Genéticos produjo aproximadamente 14.000 resultados negativos. Es decir, ciudadanos apropiados que nacieron en la misma época que los nietos buscados pero no son los nietos buscados. Bueno, para ellos, ni el saludo.

Hace dos años que no se resuelve un caso de Abuelas, y las campañas de difusión se multiplican. En medios, en vacunatorios, en consulados. Según Santiago Cafiero, una campaña lanzada este año desde Cancillería (siempre para localizar más nietos) hizo incrementar un 50% las consultas respecto de 2019. Y hasta se ofrece una recompensa (del Ministerio de Seguridad de la Nación) para quien ayude a encontrar a los nietos.

Pareciera que allí se agota el trabajo estatal por la identidad de origen. Mientras tanto, en Santiago del Estero, en Perico o Villa Fiorito se mueren las madres que Los Otros buscan en la oscuridad.

Para ellos no hay campañas ni saludos en Twitter ni fiscalías especializadas. No hay nadie a cargo del programa nacional sobre identidad de origen fuera de la dictadura creado hace casi dos años. Ni acceden al Banco de Datos Genéticos (por una ley de 2009, esta estructura pública se usa exclusivamente para la búsqueda de los nietos). Como explicó Clara Petrakos, una hija de desaparecidos que busca a una hermana apropiada, “lo más grave es que en nombre del derecho a la identidad (de unos pocos) se restringió el derecho a la identidad de todos”. Cuando Los Otros orillan una hipótesis para sus historias tienen que pagar costosos cotejos de ADN privados.

Dos excepciones

La Dirección de Derechos Humanos y Memoria de Rosario eligió para el pasado Día de la Identidad un mensaje que reconoce la “lucha de las Abuelas de Plaza de Mayo por recuperar a sus nietos apropiados durante la última dictadura cívico militar”, pero también dice: “La verdad sobre la identidad biológica es una deuda de la democracia con los millones de personas que, más allá del Terrorismo de Estado, fueron vendidas o apropiadas cuando eran bebés…”.

En la provincia de Buenos Aires también una agencia estatal publicó el 22 un mensaje que entiende la identidad mucho más allá del aniversario de Abuelas. La Dirección de Personas Desaparecidas, del Ministerio de Seguridad, presentó una entrevista en profundidad hecha en la ex Casa Cuna de La Plata por su director, Alejandro Incháurregui, a una mujer que encontró madre y hermanos:

En esta dependencia un equipo de cinco personas se dedica a acompañar búsquedas de identidad de origen. Es la misma oficina que lanzó una campaña para hablar de la identidad por fuera de la dictadura y con perspectiva de género: la campaña audiovisual “Yo Soy” (injustamente poco replicada por la propia provincia de Buenos Aires).

Plazas por la identidad

Hoy es sábado 30 de octubre. Los buscadores de identidad de origen se mostraron en distintos puntos del país con consignas, banderas y planillas para recoger firmas. Son hijos separados de sus familias al nacer que buscan a sus padres, madres que buscan a sus hijos o hermanos que buscan reencontrarse, cualquiera sea la causa de esta separación.

Con las “plazas por la identidad de origen” quieren sensibilizar a la sociedad y que se acelere el tratamiento de proyectos de ley que impactan en sus vidas (ley Nacional de Derecho a la Identidad, proyecto con media sanción del Senado en la provincia de Buenos Aires, y proyectos en La Pampa y Misiones).

Aunque no lo parezca, una ley de identidad de origen bonaerense sería la novedad más importante de los últimos años en materia de derechos humanos, quizá comparable a la ley 13298, de Niñez.

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Josefina López Mac Kenzie
Josefina López Mac Kenzie

Written by Josefina López Mac Kenzie

[Notas y artículos varios, escritos acá y en otros lados / @josefinalopezmk]

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